lunes, 29 de junio de 2009

CONTEMPLAR LA VIDA

Habia un hombre sentado en la playa que se dolia de alguna pérdida inexplicable. Sólo podia pensar en su pena a pequeñas cantidades, porque toda a la vez era más de lo que podia soportar.
Contemplaba las grandes y lentas olas que llegaban a la arena, y seguia esperando a la insignificancia que con toda seguridad, estaba a punto de ocurrir. Cuando paso el momento de que sucediera (de que sucediera algo que no sucedio, aunque le llego una informacion desagradable que vino a confirmar lo èl ya sabia) la tarde transcurrio monótamente y el sol se ocultó tras la larga linea del mar. El dia se acabo. Por fin fue libre.

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Ocurrencias

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