lunes, 13 de julio de 2009

EL BOTE SALVAVIDAS Julio Baggini

"De acuerdo -dijo Roger, el autoproclamado capitan del bote salvavidas-. Somos doce en este bote, lo cual es estupendo, porque cabríamos hasta veinte. Y tenemos víveres suficientes para resistir hasta que alguien venga a rescatarnos, lo que sucederá antes de veinticuatro horas. Por tanto, creo que podemos permitirnos otra galleta de chocolate y otro trago de ron por persona. ¿Alguna objeción?"
"Aunque me encantaría comerme otra galleta -dijo el señor Mates-, ¿no deberíamos considerar prioritario en este momento llevar este bote hasta allí y recoger a esa pobre mujer que se esta ahogando y lleva media hora pidiendonos auxilio?" Unos cuantos bajaron la vista y miraron el fondo del bote, avergonzados, mientras otros movían la cabeza con incredulidad.
"Creí que estábamos de acuerdo -dijo Roger-. Si se ahoga no es culpa nuestra, y si la rescatamos no nos podremos comer las raciones que nos sobran. ¿Por que interrumpir una situación tan agradable?" Hubo gruñidos de aprobación.
"Porque podríamos salvarla y, si no lo hacemos, morirá. ¿No es razon suficiente?"
"¡Que perra vida! -replico Roger-. Si muere, no es porque la hayamos matado nosotros. ¿Alguien quiere una galleta?"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ocurrencias

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.