Se miraron un momento. El momento se prolongó y pronto se convirtio en un rato largo, tan largo que apenas se sabia de dónde venia todo aquel tiempo.
Para él, que normalmente se volvía tímido si se le dejaba solo el tiempo suficiente en una fábrica de queso suizo, el momento fue de una continua revelación.
T.FLYWHEEL
miércoles, 1 de julio de 2009
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Ocurrencias
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