Pero cuando de un pasado distante nada subsiste, muerta ya la gente, y rotas y dispersas las cosas, solo el sabor y el olor, más frágiles pero más duraderos, mas inmateriales, más persistentes, más fieles, permaneces suspendidos largo tiempo como almas que recuerdan y aguardan entre las ruinas de todo lo demás, y soportan impávidas, en la minúscula y casi impalpable gota de su esencia, el vasto edificio del recuerdo.
-Marcel Proust, En busca del tiempo perdido.
lunes, 27 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ocurrencias
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.